martes, 12 de julio de 2011

La Islamización del Occidente



En los Estados Unidos el nuevo Secretario de Defensa, León Panetta ha declarado que está cerca el final del grupo fundamentalista islámico Al Qaeda. Al parecer, en Europa no observan con el mismo entusiasmo el histórico reconocimiento del nuevo Estado Palestino en la Organización de las Naciones Unidas, a pesar de no contar con el voto de los Estados Unidos; los resultados de la invasión de los países miembros de la OTAN a Irak y la condena a muerte de Sadam Hussein; el ataque a Afganistan, considerado bastión de Al Qaeda; la sorpresiva incursión a Pakistán con el asesinato del líder Bin Laden; los bombardeos sobre Libia ni mucho menos la creación de la República de Sudán del Sur, el pasado 9 de julio, la cual no sólo se convierte en la nación más grande del África sino que agrupa a una de las más pobres del mundo bajo el credo cristiano de la Iglesia Episcopal del Sudán y de la Iglesia Católica Romana, en un área donde predomina la cultura árabe y la religión islámica, y la cual alcanzó en el referéndum para su independencia el abrumador 98,83% de la población.


Precisamente, hace poco Geert Wilders, miembro del Partido para la Libertad y parlamentario de Holanda, durante la presentación en el Hotel Four Seasons de New York de la Alianza de Patriotas y el anuncio de la Conferencia para Enfrentar a la Jihad en Jerusalén ha advertido que el viejo mundo está transitando las últimas etapas de su islamización. Esta situación, desde su análisis, no sólo representa un peligro para el futuro de Europa, sino una amenaza a América y la supervivencia del mundo occidental, que pronto enfrentará a una Europa islámica. Al respecto, expresa su preocupación por la migración masiva de musulmanes a Europa, la cual ha terminado por crear el mundo de una sociedad paralela donde se puede apreciar que están surgiendo ghettos enteros de musulmanes,en todas las ciudades de Europa, con poquísimas personas nativas, “como si fuesen hongos” y donde no se desarrolla alguna actividad económica .Como ejemplo cita a París rodeada ahora por un anillo de barrios musulmanes. En este “mundo de las cabezas envueltas en pañuelos”, caminan los esposos o “amos” delante a unos tres pasos de distancia de sus “mujeres enfundadas en sus carpas” que “deforman sus figuras” empujando cochecitos de bebes y llevando a otros niños de la mano. Esto mismo se aplica a la policía, asegura Wilders.




El parlamentario holandés Wilders manifesta admirado que en toda Europa ahora hay miles de mezquitas, y en cada ciudad europea existen planos para la construcción de supermezquitas que no harán sino convertir en “pigmeos” a los otros templos. De tal manera que estas cuentan con congregaciones muchas más grandes de las que tienen las otras iglesias.



El islamismo ha impactado tanto la cultura occidental, según Wilders, que en Inglaterra, la “sharia” ha pasado a ser parte oficial del sistema legal británico. En muchos países como Holanda, las autoridades han expresado su disposición para aceptar también la sharia, si se constata que hay mayoría musulmana. En la actualidad, precisa, se reportan áreas musulmanas en ciudades europeas donde ninguna mujer puede pasar sin cubrirse la cabeza y donde ha sido agredido quien fue visto bebiendo en Ramadán. Ya muchos miembros del gobierno poseen pasaportes de países árabes y varios de sus días feriados se vienen observando.


Por lo pronto, explica, muchas ciudades europeas como Amsterdam, Marsella y Malmo en Suecia ya tienen una cuarta parte de su población que es musulmana. Además, “en muchas ciudades la mayoría de la población menor de 18 años es musulmana y donde el nombre más común que se escucha entre los niños es el de MOHAMMED”. Asimismo, denuncia que en muchas escuelas primarias de Amsterdam, Bélgica y Dinamarca recomiendan no introducir autores ni contenidos que se puedan considerar ofensivos para los musulmanes, como Voltaire, Diderot y Darwin, y sirven sólo alimentos “halal” a sus alumnos”. A los gay se les castiga corporalmente, de parte de los musulmanes. Las mujeres que no son musulmanas deben escuchar que se les llamen “putas, putas”. Las antenas satelitales no apuntan hacia las estaciones de TV, sino hacia las estaciones del país de origen.


Según Geert Wilders, un total de 54 millones de musulmanes viven ahora en Europa y la Universidad de San Diego ha estimado que no menos del 25% de la población europea será musulmana en los próximos 12 años. Algunos como Bernard Lewis pronostican que habrá una mayoría musulmana cuando culmine el siglo. Sin embargo, lo que preocupa a autoridades como Wilders es que instituciones como el Centro de Investigaciones Religiosas informa que la mitad de los musulmanes franceses consideran que su lealtad para con el Islam es mucho más importante que para con Francia, y que un tercio de los estudiantes franceses musulmanes NO rechazan los ataques suicidas. Asimismo, el Centro Británico por la Cohesión Social afirma que un tercio de los estudiantes británicos musulmanes están a favor de la instauración del califato a nivel mundial.



Lamentablemente, la disertación de Wilders asume las consecuencias como causas del problema y desconoce las evidencias de una realidad mucho más compleja, de donde en el mundo islámico encontramos, como en todos los credos e ideologías, desde sectores fundamentalistas, conservadores o moderados hasta los más liberales. Curiosamente, en el mundo islámico las posiciones más dogmáticas y fundamentalistas proceden de los países como Kuwait y Arabia Saudita, lugar de nacimiento de Bin Laden, y donde el capital extranjero ingreso con mayor intensidad.


En realidad, en un mundo de más de 7 mil millones de habitantes, donde Europa aporta cerca de mil millones, afirmar que 54 millones de musulmanes aculturados, de diversos sectores en Europa representan una amenazante mayoría, es por decir lo menos, una gran y sospechosa exageraciòn.








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