lunes, 26 de noviembre de 2012

La Formulación y la Evaluación de los Proyectos de Inversión en el Perú


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Esta semana he concluido un trabajo sobre los procesos de selección de personal para la formulación y evaluación de los proyectos de inversión, tanto en instituciones públicas como en entidades privadas. El objetivo fue definir el perfil requerido para este tipo de profesionales y recoger información propiamente sobre las etapas del proceso que se ha implementado en el Estado y en consultoras privadas. La metodología que he empleado consistió en entrevistar a los profesionales que han pasado por estos procesos: siendo elegidos, pasando a una segunda etapa o sólo alcanzaron a tener una reunión con recursos humanos. Además, concerté una conversación con el área de personal de instituciones públicas, recursos humanos de empresas y evaluadores de consultoras particulares. Finalmente, tuve la oportunidad de presenciar algunas entrevistas de selección y me las ingenié para pasar algunas. Los resultados de esta experiencia son reveladores y los comparto con ustedes.

1.- Los Proyectos de Inversión en el Perú :

En el Perú, los proyectos de inversión son formulados y ejecutados por el Estado, las organizaciones no gubernamentales y las empresas privadas. Desde la década de los años 90, el Estado cuenta con el Sistema Nacional de Inversión Pública ( SNIP ), mientras que las organizaciones no gubernamentales y las empresas privadas, aunque no han uniformizado un estándar, tienen la obligación de actuar dentro del marco jurídico, social y comercial del país. Es evidente que de no respetar la normatividad vigente los proyectos de inversión de estas instituciones no contaran con la aprobación legal correspondiente y de lograr burlar los mecanismos de control implementados estarán incurriendo en delitos pasibles hasta de sanciones penales.

En efecto, por ejemplo, para demostrar la viabilidad social de un proyecto de inversión, no sólo se debe realizar el debido recojo de la información social, sino también hay que comunicar, educar y sensibilizar a la población beneficiaria e incluso, para tal fin, algunas fuentes de financiamiento, como el Fondo Contravalor Perú-Canadá, estipulaban el levantamiento de actas con la población local. Sin embargo, algunas entidades que han procedido a sortear rápidamente la formalidad, sirviéndose sólo de la firma del profesional, lamentablemente, han visto paralizados importantes proyectos de inversión al advertir varias comunidades campesinas y nativas, asesoradas legalmente, esta clase de irregularidades.

2.- Los Criterios de Selección de los Proyectistas:

En este contexto, implícitamente el proyectista debería ser un super-profesional que conozca todos los procedimiento técnicos en la elaboración de proyectos, todos los criterios de elegibilidad, políticas de financiamiento nacional e institucional, índices e indicadores sociales, metodología de análisis de mercado, técnicas cualitativas y cuantitativas de recojo de información social, metodologías participativas con la población, y ser un experto en presupuesto, precios, marketing, administración, finanzas, legislación societaria, tributaria, ambiental, laboral, entre otros.

Definitivamente este super profesional no existe, aunque las autodenominadas universidades de prestigio hayan promovido este mito de la modernidad. Lo cierto es que en sus planes de estudio aunque consideran los diversos temas, el docente responsable solo puede acreditar ser especialista en uno de ellos.

Lo que más sorprende es observar que quien(es) realiza(n) la función de seleccionar a los profesionales aspirantes a las plazas de formulación y evaluación de proyectos de inversión, estén por debajo del nivel de los postulantes, no sólo plantean preguntas que son demasiadas generales, sino que no tienen relación con la función del cargo. En realidad, ni siquiera estamos frente a una prueba de actitud, pues denota falta de rigor, desinformación e improvisación.

Por tanto, se puede afirmar que en el Perú existen cada vez más evidencias estadísticas y empíricas que la selección de los proyectistas, por lo menos, no está evaluando con criterios meritocráticos y  de transparencia, la calidad de su formación y experiencia profesional.  

3.- Conclusiones :

Entre las principales consideraciones que deben tener quienes pretendan asumir la selección de profesionales en formulación y evaluación de proyectos de inversión están:

3.1 Ante todo deben demostrar conocer muy bien el tema, tanto o mejor, que los profesionales postulantes a quienes van a seleccionar. Para ello, más que adoptar posturas baratas o convertir la entrevista en un interrogatorio policial, preocúpense, por lo menos, previamente de elaborar coherentemente sus preguntas y conocer las respuestas.

3.2 La formulación y evaluación de proyectos de inversión consiste en implementar de manera integral un estudio de factibilidad, su fundamentación, sus estrategias y sus mecanismos de supervisión, control y retroalimentación. No se trata de llenar rápidamente algunos formatos.

3.3 No existe un super profesional que sea un experto en todas sus etapas. La formulación y evaluación de proyectos de inversión es tarea de un equipo multidisciplinario, donde deben confluir economistas, sociólogos, antropólogos, abogados, biólogos, ingenieros y todo aquel especialista cuyo campo sea comprendido en un proyecto de inversión determinado.

3.4 En el caso de las empresas privadas, deben adecuarse al marco jurídico, social y comercial, y entender que no sólo deben cumplir un fin lucrativo ( ganancial ), mercantil ( creación de bienes y servicios para el mercado ), sino también de responsabilidad social. En tal sentido, han sido creadas las certificaciones de calidad ISO, que consideran las tres variables fundamentales: lo económico, lo social y lo ambiental. Es la única manera de alcanzar a tener no sólo ganancias honestas, estabilidad y legitimidad en cualquier país, sino también, el respeto y el reconocimiento de la población.


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miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Recuperación Económica después de una Catástrofe Natural

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"Lo que más me ha llamado la atención, es que las imágenes que veíamos
parecían a las que habitualmente solemos ver en hechos como éste en el tercer mundo.
"Pero eran de Estados Unidos, país imperial que se erige como la gran potencia mundial
Edmundo Fayanás Escuer. Pamplona. Redactor, El Inconformista Digital

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En la actualidad, la economía se ha convertido en una singular práctica administrativa que va contra los hechos y la realidad. Mientras los economistas se esmeran en afirmar que los problemas sociales no existen, sino sólo los económicos y relativizar el impacto de los factores medioambientales, culturales, políticos, científicos-tecnológicos y hasta accidentales; cada vez resulta más evidente que las crisis económicas per se no existen, y que por el contrario, son causadas por la suma de todos estos factores y, para cuyo control y manejo es indispensable no sólo el análisis sistémico, sino la participación de un equipo multidisciplinario en la toma de decisiones.

Precisamente, en la semana hemos observado los efectos devastadores del huracán Sandy en Haití, Santo Domingo, Cuba y, sobre todo, en los Estados Unidos, cuyos impactos y daños, en este último país, se considera se ubican en el tercer lugar, después de Katrina e Irene. Los perjuicios de Sandy, sólo en los Estados Unidos, inicialmente fueron estimados por los economistas en 10 mil millones de dólares, pero a la fecha sobrepasan los 50 mil millones de dólares. Al respecto, la BBC de Londres en su artículo: Sandy: los costos ocultos de una tormenta, enfatiza que esta cantidad no estaba considerando otros costos adicionales para los gobiernos, los comercios y las personas. Por ejemplo, el trabajo efectivo perdido, las horas empleadas para los preparativos, el aprendizaje interrumpido, los despliegues extraordinarios de evacuación y refugio en las zonas de emergencia.

La valoración de los daños de una catástrofe de cualquier tipo es fundamental no sólo para las tareas de la reconstrucción de un espacio físico, sino sobre todo para la normalización de la vida cotidiana y la dinámica de las actividades de una sociedad. Asimismo, permite comprender por qué algunas naciones que han pasado por una catástrofe natural han tenido una reconstrucción más rápida, aunque no absoluta, como fue el caso del terremoto en Kobe, Japón, mientras otras, después de varios años, sólo han podido alcanzar una recuperación en su infraestructura como New Orleans en los Estados Unidos, luego de ser azotada por el huracán Katrina; finalmente, porqué hay ciudades que aunque acostumbran tener movimientos sísmicos como Pisco en Perú, no pueden siquiera estructurar un marco normativo ni presupuestal para administrar las donaciones destinadas a su reconstrucción.

Durante estos días han desfilado por los medios televisivos y radiales, conocidos economistas procedentes de las autodenominadas universidades de prestigio, quienes ante la complacencia de sus entrevistadores han llegado a afirmar, sin ningún respeto, que estos desastres naturales generalmente terminan impulsando las economías de las naciones y hablan hasta de “una destrucción creativa”, sobre todo, a partir del incremento de actividades como la construcción y el turismo.

En realidad, experiencias como la de Kobe, en Japón cuyo terremoto se estima dejó 6 mil fallecidos y la pérdida de 100 mil viviendas, si bien consiguió una acelerada reconstrucción y el retorno de los pobladores, sin embargo, quince años después, sus condiciones de vida, todavía están 15% debajo de su anterior situación socio-económica. La situación fue más grave en el caso del huracán Katrina, la Kaiser Family Foundation reportó el año 2011, es decir seis años después, que 20% de los 450 mil pobladores que tuvo New Orleans antes del evento, no ha podido regresar, sobre todo, después de la disposición de su ex alcalde Ray Nagin de mandar derribar las casas públicas. De tal manera que, según un censo posterior, el nuevo rostro de la ciudad está conformado por las viviendas vacías que superan las 50 mil y barrios de los latinos que participan en las tareas de reconstrucción, en vez de los suburbios de los afroamericanos, expulsados por sus autoridades. 

La incompetencia, la corrupción y la desidia de las autoridades en las labores de reconstrucción, parece ser en gran parte el responsable más decisivo en las expectativas de la población y de los inversionistas. De hecho, según The Washington Post, en agosto de 2005, Estados Unidos sólo utilizó 40 de los 854 millones de dólares que se le ofrecieron luego del huracán Katrina, rechazando 54 de las 77 ayudas de los diversos países, incluyendo nada menos que la de su entrañable Cuba.

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