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Juan Jimenez Mayor
Presidente del Consejo de
Ministro
El día de ayer domingo, el Presidente del
Consejo de Ministros Juan Jimenez Mayor publicó en el diario El Comercio el
artículo: Proyecto de Ley para
Servidores Públicos: Reforma del Servicio Civil, mediante el cual deja
constancia que: el ejecutivo ha enviado un detallado proyecto de ley al
Congreso de la República, se ha creado el 29 de julio del año pasado la Escuela
Nacional de Administración Pública y nos presenta un diagnóstico muy particular
sobre la administración pública y la justificación de las principales medidas
tomadas por el gobierno. Al respecto, es importante realizar las siguientes
precisiones:
Tesis
1: El Presidente del Consejo de Ministros considera que en la administración
pública peruana las normas son ambivalentes
o ambiguas, pero todos sabemos que en realidad éstas no se quieren cumplir y no
se sanciona a los infractores:
“En
este escenario no se logra distinguir con claridad cuáles son las funciones de
cada entidad, cuántos trabajadores se requieren, ni los perfiles necesarios
para cumplir dichas funciones”.
Esta afirmación no es correcta, en la
administración de todas las instituciones públicas se cuenta con normas que
definen claramente las funciones de las entidades, el perfil de los
profesionales y la cuota anual que de estos se necesita. Entre las principales
herramientas administrativas están el Reglamento de Organización y Funciones (
ROF ), el Manual de Organización y Funciones ( MOF ) y el Cuadro de Asignación
de Profesionales ( CAP ) y a las cuales se puede acceder fácilmente a través de
las páginas webs de los organismos correspondientes.
Tesis
2: El Presidente del Consejo de Ministros afirmó que el problema fundamental de
la administración pública peruana es la deficiente calidad de formación de los
servidores públicos, pero todos sabemos que siempre ha sido la corrupción:
“Con
la reforma consolidada, tendremos servidores públicos dignos, con un proyecto
de vida predecible. La honestidad en la gestión pública, se fortalecerá al
depender el puesto del servidor de sus méritos y no de sus relaciones
personales”.
Más allá del cuestionamiento implícito del
Presidente del Consejo de Ministros a la calidad de la formación que en la
actualidad proporcionan todas las universidades peruanas, públicas y privadas,
en los niveles del pregrado, diplomados, maestrías y doctorados, es lamentable
que exprofesamente desconozca que los mayores costos, despilfarros,
malversaciones, bancarrotas y delitos económicos han sido protagonizados
precisamente por directivos que tuvieron incluso una formación en importantes
universidades extranjeras.
Tesis
3: El Presidente del Consejo de Ministros aseguró que el gobierno no busca
despedir trabajadores, pero todos sabemos que al asumir funciones no le
renovaron contrato a valiosos servidores públicos en diversos ministerios.
“A
diferencia de lo ocurrido en la década de los 90, no busca despedir
trabajadores, sino que, por el contrario, tiene por objetivo brindar
herramientas e incentivos que permitan la mejora y la excelencia de quienes
actualmente sirven al país, al mismo tiempo que convoca e incorpora nuevos y
jóvenes talentos”.
Tesis
4: El Presidente del Consejo de Ministros también realizó la eterna promesa de los
gobiernos pasados de consolidar y mantener una tecnocracia en la administración
pública peruana.
“No
más despidos con los cambios de gobierno, sea de ministros o de alcaldes: sólo
un pequeño porcentaje de autoridades definidas como cargos políticos cambiarán
con las administraciones”.
Es la promesa de todos los partidos
políticos a sus seguidores que permanecerán por siempre en la administración
pública, pero de todas maneras con el nuevo gobierno la mayoría entre quejidos
y sollozos tendrá que dejar sus puestos.
De cualquier manera es saludable la
creación de la Escuela Nacional de Administración Pública, que se espera se institucionalice
y no vaya a representar sólo el nombre de un simple conjunto de cursillos
informativos ministeriales. Asimismo, es imprescindible que se restrinja el ingreso deliberado de personal de oficina y, en vez de estos, se comience a
incorporar a profesionales científicos en funciones especializadas que requiere todo Estado moderno.
Finalmente, hay que recordarle
respetuosamente al Presidente del Consejo de Ministros que en un verdadero
sistema meritocrático no sólo existen los premios o incentivos a los mejores,
sino también las sanciones y los castigos a los negligentes, a quienes
presentan documentación falsa de sus grados académicos y a toda clase de corrupción,
por omisión o acción.
Efectivamente, esta reforma del gobierno, tal
como se presenta en este artículo, es de crecimiento de la burocracia estatal y
no con la responsabilidad que la actual crisis internacional lo exige.
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